
Por: Carlos Lima*
La indiferencia a los artistas en México es discriminación pura. Así terminé mi colaboración🔥 la semana pasada, solo que en lugar de “artistas” empleé la palabra “creadores”.
En días pasados el presidente de la República 🤴🏻 Andrés Manuel López Obrador, informó que los trabajadores del Estado regresarían, si bien nos va, el 30 de abril a laborar, lo cual se ve difícil porque el 30 es viernes y normalmente se celebra a las niñas y los niños🥳🤡😈 en las diversas dependencias de gobierno e iniciativa privada, así como en los sindicatos.
Hablando en plata💲 los creadores que interpretan personajes que consumen los niños, como clowns, mimos, zanqueros, payasos, magos, 🛴🚲🎌 los que representan obras infantiles; difícilmente tendrán trabajo. Del 10 de mayo ni hablamos pues no tenemos madre🤐 y el día del padre, pasa normalmente sin pena ni gloria🙊. Lo cierto es que esta desgracia tendrá a varios cientos miles de artistas😣, músicos e intérpretes sin trabajo en las épocas fuertes del año 2021, como el 14 de febrero💔 y el Sábado de Gloria en Semana Santa.
Luego entonces, este 2021 pinta difícil😱, duro para el creador. Una encuesta publicada en el periódico Reforma hace unos días, refiere que el 90% de la gente no piensa ir a un concierto en este año, un 95% esperará mejores condiciones para asistir al cine o teatro😪; nuestro gremio fue el primero en irse🤺 y será el último en regresar😳, solo que no lo haremos todos pues ya hay muertes por depresión🤐, se están dejando morir, se quieren ir, pues sin crear, ejecutar e interpretar, sin la magia💞, la energía del aplauso👏🏻🙌🏻👋🏻 la vida no les resulta llevadera.
Qué razón tiene don Vicente Fernández👍🏻 cuando refiere que mientras el público no deje de aplaudir, él no deja de cantar. Qué necesario es este reconocimiento para el creador, la interacción, el amor, apapacho, satisfacción al ver sonrisas, lágrimas , emo-cio-nes.
Hay que aderezar a este cocktail💥 con la descomposición del tejido social❌, la presencia del crimen organizado💪🏻, el miedo por la pandemia💉, la crisis económica🩲, el cierre de salones de baile🔐, de fiestas, galerías, teatros, foros, restaurantes, bares🍷🥂🍻🍺, plazas comerciales, negocios; que al fin cuentas contratan o contrataban cantantes, edecanes, bailarines, payasos y botargas; la falta de producciones cinematográficas, series, novelas, obras, empleos, empleos y más empleos.
Tras la emergencia sanitaria por la influenza H1N1 en el 2009, la recuperación de fuentes de empleo se llevó 10 años. Los mismo para cantidad de restaurantes que desaparecieron. Es decir, para que la industria del entretenimiento y los productos culturales tengan los niveles del 2018 -pues el 2019 ya dejaba ver una recesión económica↘ en México- nos llevará más de 10 años, pues la proporción es brutal〽, diferente. Los creadores están próximos a cumplir un año sin poder hacer sus placeres, sin trabajar.
Vivimos una indiferencia difícil de creer.
Dejo una reflexión: si Armando Manzanero que formaba parte del círculo rojo☎, no cantó en Bellas Artes, nos espera una irreversible coincidencia de vida en esta vida.
*Carlos Lima es productor musical, defensor de derechos humanos, investigador sobre la preservación del patrimonio cultural. Síguelo en: 🐦@charlylima