Fernando Platas: Los sueños no se acaban en el trampolín

Por: Gabriela Falcón (Entrevista exclusiva para Transformación Noticias)

Fernando Platas reúne todas las cualidades para ser considerado un personaje entrañable.

Un mexicano que ha inspirado y sigue inspirando a muchas generaciones que ven en él, un total ejemplo de los mejores valores y de que la evolución del ser humano nunca termina.

“Se te puede olvidar tu cumpleaños, pero nunca se te olvida la fecha en que ganaste una medalla olímpica” dice a Transformación Noticias, esta figura del deporte que el próximo 26 de septiembre celebra 20 años de haber ganado la medalla de plata en el trampolín de 3 metros, en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.

Como es característico en las historias de éxito, Fernando Platas desde muy temprana edad supo lo que quería.

Él lo describe como tres momentos clave en su ruta a la gloria deportiva. “Antes de los 7 años, me enamoré de mi deporte (los clavados). Era como ir al parque de diversiones. A los 12 años me apasionó competir. Y a los 15 años me `cayó el 20´ que yo podía ganar”.

Al conmemorarse los 20 años de la medalla olímpica que emocionó a quienes lo vimos en el podio poniendo el alto la Bandera de México, Fernando Platas recuerda con nostalgia a tantos amigos y ejemplos que lo han acompañado, y también a los que ya no están, como Soraya Jiménez, Joaquín Capilla y Carlos Girón, por mencionar sólo a unos cuantos.

Y se reconoce afortunado de haber tenido cerca a figuras como Ernesto Canto, que ganó todo el ciclo olímpico -recuerda con orgullo-, y de poder ver enormes logros de deportistas a quienes considera amigos, como María del Rosario Espinoza (Taekwondo), quien se ha mantenido durante 3 juegos olímpicos, lo que considera una gran hazaña que pocos alcanzan a dimensionar; sólo quienes lo han vivido y saben el esfuerzo que significa.

Por ello, hace un llamado a reconocer ese esfuerzo no sólo en los deportistas mexicanos, sino en quienes consagran su vida a las artes, la ciencia y a todo ámbito en el que entreguen la vida entera.

Fernando Platas, medallista olímpcio, Sydney 2000

Otra de las características de las historias de éxito es el apoyo de la familia. A Fernando nunca le faltó ni le falta hoy que se plantea otra gran meta por delante: Encabezar la Federación Mexicana de Natación.

“Mi papá dice que su mayor virtud fue no saber de mi deporte -dice sonriendo- porque de esta forma el único camino era dejarme ser”.

Y él aplica la misma fórmula con sus hijos. “Que ellos sean lo que quieran ser, que hagan lo que les apasione, que tendrán siempre mi apoyo”, afirma, al tiempo que reitera que lo que hace la diferencia en la obtención del éxito no solo deportivo, sino como persona, son los valores y la familia.

La oscuridad no falta en el camino y Fernando Platas reconoce que vivió también la duda, entre Barcelona 1992 y Atlanta 1996, vivió un momento de fuerte autoevaluación que lo hizo madurar, y hoy sabe que la diferencia entre lograr el triunfo y perderse en el camino, es volver a las bases, a la familia, a recordar quién eres para seguir adelante.

“Haberme retirado satisfecho de mi carrera deportiva, es lo que hoy me permite seguir evolucionando”, señala, al asegurar que los retos no se acabaron en el trampolín, sino que hay nuevos proyectos y metas, siempre buscando fortalecer el deporte, y a las y los jóvenes que como él, tienen el sueño de la gloria para México.

Por eso es que hoy Fernando Platas busca encabezar los destinos de la Federación Mexicana de Natación, con un llamado a la apertura para que más enamorados y conocedores de esta disciplina deportiva puedan participar.

Esa misma apertura a la que él llama será su premisa, pues el éxito no depende de una sola persona, sino de sumar, de escuchar; de estar dispuesto a coordinar a todos los involucrados trabajando de manera estructural y transparente. “La Federación necesita una nueva visión, un nuevo proyecto que convoque a todos. Que fortalezca las cualidades y transforme los defectos”, afirma.

Fernando Platas va por una Federación que genere sus propios recursos y no dependa solamente de los programas gubernamentales.

Fernando Platas va por otro sueño, y sueña en él también, con que muchos otros como él, alcancen el suyo.

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