
Por Alexandro Guerrero
Fue un privilegio haber dirigido a María Elena en el montaje “Ese no es mi nombre” el año 2015 en la Sala Julián Carrillo de Radio UNAM donde encarnó una soberbia Hebe de Bonafini (Madre de Plaza de Mayo de la Argentina militar). Con este proyecto incluso la misma Hebe, siendo un personaje histórico y fundamental en las luchas por los derechos humanos a nivel internacional por cuatro décadas, ha hecho invitación a María Elena y al que escribe a presentar la saga de esta propuesta en el espacio de la Madres en Buenos Aires.
Por otra parte nos encaminamos al proceso de “Sabia de Santos” también con dramaturgia y dirección de Alexandro Guerrero, un monólogo que buscará al público teatral del Estado de Oaxaca en donde María Elena interpretará a María Sabina. Tan compleja, como entrañable, trágica, histórica y enigmática.
Con un número que alcanza las 50 puestas en escena, 30 películas y una sólida trayectoria en televisión con decenas de telenovelas y programas unitarios: “Co relatos” prosigue con la entrevista exclusiva que María Elena Olivares dio para Transformación Noticias en el marco de este aniversario de su trayectoria histriónica.

A.G. Tuviste un enorme y merecido éxito en “La tortuga de Darwin” que se presentó en el Teatro Santa Catarina de Teatro UNAM el año pasado.
M.E.-La Tortuga de Darwin la considero como un proyecto de vida. Recibí el texto manos de Boris Schoeman desde septiembre de 2009 quien me ofreció el personaje protagónico bajo su dirección. Yo debía levantar el proyecto, escoger a los otros dos actores y encargarme de conseguir el financiamiento. Como el tiempo pasaba y el financiamiento era muy difícil de conseguir, su agenda se saturó y me dio libertad para escoger otro director.
Estuve en constante búsqueda de director. Paola Izquierdo era una opción y le ofrecí el proyecto. Le gustó mucho y se interesó en dirigirlo pero nunca se dio. Se lo ofrecí a Ginés Cruz pero pasó el tiempo y él olvidó el proyecto. Pasados varios años un día le recordé y me pidió se lo reenviara porque no lo encontraba en su compu. Lo hice, lo leyó y se enamoró del texto. Así fuimos armándolo y levantándolo juntos. Conseguí los derechos de la obra del dramaturgo Juan Mayorga, a través de la SGAE de España. Al platicar a Ginés que Paola me lo iba a dirigir anteriormente que él y no se dio, me sugirió la invitara como actriz. Lo hice y Paola estuvo encantada de actuar en la obra ya que le gustaba mucho. Después el problema fue el personaje de “el profesor”. Inicialmente invitamos a Pedro Mira, con quien tomamos las primeras fotos para armar la primera carpeta de la obra. Como la puesta se estaba posponiendo por falta de productor Pedro se ocupó en otros proyectos. Después invitamos a Alejandro Morales a quien la obra le fascinó y empezamos las lecturas, pero como no lográbamos conseguir quien la produjera él también se ocupó en otros proyectos. Después pensamos en Enrique Arreola, Rodolfo Arias, Fermín Martínez, quienes por diversas razones no pudieron trabajar en este proyecto, hasta que invitamos a Miguel Romero y éste fue el efectivo. Así conformamos el elenco.
Al ser aprobado por la UNAM nuestro proyecto, empezamos a partir de diciembre de 2018.
La temporada de la obra del 7 de septiembre al 7 de octubre en el Teatro Santa Catarina de la UNAM fue muy exitosa tanto para la crítica como en la respuesta del público ya que tuvimos “llenos” en todas las funciones y los boletos había que adquirirlos dos semanas antes a riesgo de quedarse sin ver la obra, porque los boletos volaban.
El personaje de Harriet me enamoró y me sentí plenamente identificada con él. Juan Mayorga el dramaturgo, quien recibió diversos comentarios favorables a mi desempeño con el personaje quedó encantado con su “Tortuga Mexicana” y desea venir a ver nuestro espectáculo próximamente. Estamos luchando por llevarla a otros escenarios ya que los derechos los tengo hasta septiembre de 2020.
A.G.- ¿Qué consejo le das a las nuevas generaciones de actrices y actores para llegar a consolidar una carrera tan consistente como la tuya?
M.E.-Estar siempre renovándose, actualizándose, tomar todos los cursos y talleres que puedan y nunca dejar de actuar.
Perseverar, no desmayar en el intento. Ser honestos consigo mismos y buscar siempre la perfección, no conformarse con un trabajo a medias o mediocre. Yo en lo personal acepto personajes que me satisfagan, no acepto los que van contra mis convicciones. No me dejo llevar por EL $$$ sino por el contenido.
A.G. ¿Qué te inspira, qué te motiva cada día a entregarte como lo haces a la pasión del teatro?
M.E.- Como ya te dije antes el actuar es mi meta en la vida. Es lo que me hace sentirme realizada, satisfecha. Afortunadamente tengo un hijo que entiende mi pasión por la actuación y, aunque él desearía que viviera a su lado en un paraíso como Ensenada, se conforma con que lo visite esporádicamente a cambio de que sea feliz con mis proyectos actorales.
Soy tan feliz actuando que igualmente disfruto hacer un personaje como Harriet de “La Tortuga de Darwin”, dirigida por Ginés Cruz, personaje que lleva el 75% del peso de la obra, como “Lotte” en la versión libre de la obra “Grande y Pequeño” de Botho Strauss, bajo la dirección de Abraham Jurado en el Centro Cultural Carretera 45 en la Ciudad de México.
Ahí represento a Lotte (personaje referencial del teatro contemporáneo) después de la segunda Guerra Mundial, una Lotte devastada, sola, abandonada por su marido y por el mundo que vaga buscando un poco de compañía y cuya escena tiene una duración de 2 minutos.