El amor perdurable (segunda parte)

Por: Tania Hélène Campos Thomas

Cuando pasan los efectos de la explosiva mezcla de hormonas y sentimientos surgida al principio de una relación pasional, la gran mayoría de nosotros anunciamos la muerte definitiva de ese nexo y perdemos la oportunidad de iniciar un camino que, aunque arduo, es absolutamente maravilloso. Así es: el amor perdurable surge únicamente después de que hemos dejado morir nuestras expectativas e ilusiones, cuando enfrentamos de lleno el lado oscuro de la persona con quien un día decidimos compartir la vida y aprendemos a amar sus debilidades y defectos, del mismo modo en que adoramos lo que de ella nos cautiva. Bien lo apunta Clarissa Pinkola: “el deseo de obligar al amor a vivir sólo en su forma más positiva es la causa de que, al final, el amor muera definitivamente”.

Amar es conocer. No se trata de pasar por alto lo que no nos gusta del otro para mantenernos estoicos ante sus defectos, sino de tener ganas y esforzarnos por descubrir en todas sus facetas (unas más agradables que otras) a la persona que nos interesa y que durante el enamoramiento inventamos en gran medida a partir de nuestros deseos. Por eso es que las relaciones de pareja se vuelven efímeras: la mujer esqueleto, como representación de esa parte difícil y herida de ambas personas (que todos tenemos y que ciertas tradiciones psicoanalíticas llaman “la falta”), emerge del fondo y toma por sorpresa a los amantes; si para entonces no hemos hecho acopio de la sabiduría y el valor que requiere amar profundamente, lo más seguro es que emprendamos la huida y busquemos otra relación.

Correr es humano, pero no siempre se enredará en nuestro sedal la osamenta que nos permita amar por encima de nuestros miedos. No hay mejor modo para iniciar una relación de pareja que el de enamorarse y caer irremediablemente en el centro mismo de ese torbellino de emociones que nos hace sentir inmensamente felices, pero tampoco hay mejor manera de asesinar para siempre la posibilidad de un vínculo duradero y estable que el mantenerse más tiempo del debido lejos del lado oscuro. No olvidemos que allí es donde aguarda paciente su nacimiento el amor que puede brindar un nuevo significado a la unión de dos personas: la existencia creadora en la mutua transformación.

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