
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
FUNCIONAN YA LOS HOSPITALES DE TLAXIACO Y EL DE LA MUJER OAXAQUEÑA.
No tenemos más lágrimas decían las viejas lloronas de los velorios, ya no hay más que los gritos y las ausencias, los niños entre que juegan con los perros que no paran de ladrar a los que llegan a dar su duelo y creen que la fiesta es como la real del día de muertos, en las cocinan no paran de llegar los bultos de leña, hierve el café a todas horas y el mezcal corre de una gente a la otra y se le pone como piquete a los jarritos nuevos de café con canela y piloncillo, tortean las comadres para dar los platos a los que van llegando al velorioL; siempre tuvimos hambre y ahora, con la muerte, como que llegan a saciarse de los guisos y los tamales y los platos y los caldos y las tortillas recién salidas del comal, y pues piensa la viuda: “Siempre tuvimos hambre, había poco frijol y maíz, pero Juan era muy amiguero y siempre venían a verlo a la casa, se repartían los pocos frijoles con los recién llegados, muchas veces él o yo nos quedábamos sin comer o cenar, allá en los montes de Oaxaca poco se invita al desayuno, solamente que sea velorio o boda o bautizo o la fiesta de mayordomía, la gente va al campo y a sus tareas, muchos llevan los burros y van por la leña, por eso siempre que se llega a un pueblo, desde lejos se huele el olor de los palos quemados y se despierta el hambre y los huevos salen fritos con manteca o echados al comal con la ceniza del fogón y algunos frijoles y chiles o salsas y el café que siempre anda en las ollas con la canela y el piloncillo o la panela como le dicen en algunos lados y bueno, Juan decía que a él eso del coronavirus se le hacía un cuento de políticos y que a los rancheros pues no se nos enferma con cuentos, explicaba que si el hambre y las enfermedades y la miseria no nos han matado pues menos nos chingaría ese coronavirus. Y pues al poco tiempo cuando fue a la capital allá le agarró el mal y tose y tose y no jalaba el aire y eso que acá por el monte es fresco y limpio, pero no lo jalaba como que se ahogaba, como que se moría de poco a poco y yo con los críos con el alma en un hilo, pensando en qué podría hacer para salir adelante si ya no tenemos nada, en el hospital le dijeron que se viniera para acá y que se encerrara y no saludara a nadie ni a mí que era su vieja más amada ni a los críos ni a la mula que tanto quería, ni tocar el armita que siempre cargaba y se fue como secando y un buen día pues solamente jalaba aire y no le entraba y se murió, y pues acá estamos tristes y dando cara para que no digan que el muerto no recibió su santa sepultura y que no pudo recibir a sus amigos y familiares como Dios manda, y tuve que vender la mula y pedir prestado para que no se fuera en petate, el petarte del muerto, sino en una caja de pino, sencillita y si adornos, y los críos, pues no saben qué hacer ni hablan ni dicen nada, solamente juegan para olvidar y recordar el día de la muerte del papá.
Y pues yo no tengo cabeza para entender lo que voy a hacer, la señora del presidente municipal vino a dar el pésame y me dijo que me contrataría para la limpieza de su casona y hacer las tortillas y lavar la ropa en el río y que entendiera que como andan las cosas pues la paga no es mucha pero de algo a nada,,,, y pues en vez de ir para adelante como que nos vamos para atrás, si bien que decía Juan: “Esos viejos hacen dinero siempre chingando a la gente, suben los precios del maíz con el cuento de que es maíz limpio sin plaga y no dan fiado por nada, pero cuando reciben las cosechas pues hay van pagando de a poquito y siempre que uno consuma de la tienda, y eso que dicen que ya no hay tiendas de raya, pero si seguimos igual de jodidos y las cosas no cambian…”
Pues como que todo se vuelve negro tanto como el alma de los muertos, dicen que sus almas andan vagando y penando siempre y cuando no llegue el curita que cobra por todo y haga los rituales para la parada de la cruz en el camposanto y es que solamente viene cuando hay fiesta o los que son pudientes lo llaman para dar misa y bautizar o despedir a los que se van al otro lado, los jodidos ni eso, ahora dice que le mande al Juanito para que le ayude en la sacristía, que no le pagará pero no le faltará comida y aprenderá a ver si se decide a irse a estudiar para curita, total, ahora ya no podrá seguir estudiando ya que él soñaba con ser doctor y pues los curas traen uniformes negros y los doctores pues los traen blancos, como la vida y la muerte, y pues bueno ya se va el Juanito y es una boca menos… me duele en el alma, me duele el cuerpo y el corazón, cuando murió Juan pues lloré pero con este lloraré cada día y a lo mejor ya ni lo veo más. La Adelita es toda risas, no para, es bromista y cantadora, dice que quiere ser artista de televisión y que ella es más bonita que las que salen ahí y que puede que sea porque baila mejor y canta bien y es toda risotadas a toda hora, es el alma de la casa, y la verdad le falta poco para que tenga su primer sangrado y sea mujer, y cuando se, a lo mejor se va o la llevan y no la veré muchos meses hasta que llegué con el chilpayate para que lo conozca ,y mientras, pues no sé si las lágrimas me alcancen porque ya me siento seca de los ojos y del alma, me duelen las manos y se me hinchan, dicen que por la reumas y cómo no podría tenerla si en el día torteando para los patrones y después pues lavando en el agua fría del río y ahí se van mis llantos, los suspiros y el recuerdo de mis amados, y pues el cura dice que es la voluntad de Dios y no creo que Diosito que ama a sus hijos les haya mandado la muerte, porque él no mata, él ama y vive, eso decía el Juan, pues el Dios de nosotros es alegre y habla en la cruz y nos da ánimos para seguir changándole para el maíz, y el cura decía que los cristos no hablan, pero Juan le decía que él hablaba con el señor Dios y le contaba sus penas y alegrías y por eso le cantaba cada día al despertar y el cura se encanijaba, pero ni modo, Juan decía que era y como era hombre de palabra pues ni dudar que hablaba con el Cristo de la cruz y curioso, el día que murió Juan, pues se desprendió de la cruz y se rompió, como que le dolía la partida de su hijo, como nos duele a nosotros que también estamos rotos del corazón… y pues ni para donde hacerse hasta que el buen Dios nos lleve a su lado y lo vuelva a abrazar, porque no nos dejaron abrazarlo con la enfermedad…y se murió solo, de lejos lo vimos boqueando para jalar aire y pues así son las cosas que manda el Señor…